El suicidio es el acto de quitarse deliberadamente la propia
vida. El comportamiento suicida es cualquier acción que pudiera llevar a una
persona a morir, como tomar una sobredosis de fármacos o estrellar un automóvil
de forma deliberada.
Causas
El suicidio y los comportamientos suicidas generalmente
ocurren en personas con uno o más de los siguientes factores:
Trastorno bipolar
Trastorno límite de la personalidad
Depresión
Dependencia del alcohol y de las drogas
Esquizofrenia
Cuestiones de vida estresantes, como problemas serios a
nivel financiero o en las relaciones interpersonales
Las personas que intentan suicidarse con frecuencia están
tratando de alejarse de una situación de la vida que parece imposible de
manejar. Muchos de los que cometen intento de suicidio están buscando alivio a:
Sentirse avergonzado, culpable o como una carga para los
demás.
Sentirse como víctima.
Sentimientos de rechazo, pérdida o soledad.
Los comportamientos suicidas pueden ser causados por una
situación o hecho que la persona ve como agobiante, tales como:
El envejecimiento (los ancianos tienen la tasa más alta de
suicidio).
La muerte de un ser querido.
La dependencia de las drogas o del alcohol.
Un trauma emocional.
Enfermedades físicas graves.
El desempleo o los problemas financieros.
Los factores de riesgo del suicidio en adolescentes abarcan:
Acceso a armas de fuego.
Miembro de la familia que cometió suicidio.
Antecedentes de autoagresión deliberada.
Antecedentes de abandono o maltrato.
Vivir en comunidades en donde ha habido brotes recientes de
suicidio en personas jóvenes.
Ruptura sentimental.
La mayoría de los intentos de suicidio no terminan en
muerte. Muchos de estos intentos se llevan a cabo en una forma en que el
rescate sea posible. Estos intentos a menudo representan un grito desesperado
en busca de ayuda.
Algunas personas intentan suicidarse de una manera que sea
menos probable de llevar a la fatalidad, como envenenamiento o sobredosis. Los
hombres, especialmente los ancianos, tienen mayor probabilidad de escoger
métodos violentos, como dispararse. Como resultado, los intentos de suicidio
por parte de ellos tienen mayor probabilidad de consumarse.
Los parientes de personas que intentan o cometen suicidio a
menudo se culpan o se enojan mucho y pueden ver el intento o el acto como
egoísta. Sin embargo, las personas que intentan cometer suicidio con frecuencia
creen erróneamente que les están haciendo un favor a sus amigos y parientes al
irse de este mundo.
Síntomas
A menudo, pero no siempre, una persona puede mostrar ciertos
síntomas o comportamientos antes de un intento de suicidio, entre ellos:
Tener dificultad para concentrarse o pensar claramente.
Regalar las pertenencias.
Hablar acerca de marcharse o la necesidad de "dejar
todos mis asuntos en orden".
Cambio repentino en el comportamiento, sobre todo calma
después de un período de ansiedad.
Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba.
Tener comportamientos autodestructivos, como tomar alcohol
en exceso, consumir drogas ilícitas o hacerse cortaduras en el cuerpo.
Alejarse de los amigos o no querer salir.
Tener dificultad repentina en el colegio o el trabajo.
Hablar acerca de la muerte o el suicidio o incluso declarar
el deseo de hacerse daño.
Hablar acerca de sentirse desesperado o culpable.
Cambiar los hábitos alimentarios o de sueño.
Preparar maneras de quitarse su propia vida (como comprar un
arma o muchas pastillas).
Tratamiento
Es posible que las personas que están en riesgo de
comportamiento suicida no busquen tratamiento por muchas razones:
Creen que nada va a ayudar.
No desean contarle a nadie que tienen problemas.
Piensan que buscar ayuda es un signo de debilidad.
No saben adónde acudir por ayuda.
Una persona puede necesitar tratamiento de emergencia
después de un intento de suicidio. Se pueden necesitar primeros auxilios,
reanimación cardiopulmonar o tratamientos más intensivos.
Las personas que intentan cometer suicidio pueden necesitar
hospitalización para tratarlos y reducir el riesgo de futuros intentos. La
terapia es una de las partes más importantes del tratamiento.
Se debe evaluar y tratar cualquier trastorno de salud mental
que pueda haber llevado al intento de suicido. Esto abarca:
Trastorno bipolar
Trastorno límite de la personalidad
Dependencia del alcohol o las drogas
Depresión mayor
Esquizofrenia
Expectativas (pronóstico)
Tome siempre en serio las amenazas e intentos de suicidio.
Cerca de un tercio de las personas que tratan de suicidarse lo intentarán de
nuevo dentro de un período de un año. Cerca del 10% de las personas que
amenazan o intentan suicidarse finalmente se quitan la vida.
La persona necesita atención en salud mental inmediatamente.
No le reste importancia a la persona como que simplemente está tratando de
llamar la atención.
Cuándo contactar a un profesional médico
Llame a un médico de inmediato si usted o alguien que usted
conozca está teniendo pensamientos suicidas.
Prevención
El hecho de evitar el alcohol y las drogas (diferentes a los
medicamentos recetados) puede reducir el riesgo de suicidio.
En hogares con niños o adolescentes:
Almacene todos los medicamentos recetados en una parte alta
y bajo llave.
No guarde alcohol en la casa o manténgalo asegurado bajo
llave.
No guarde armas de fuego en la casa. Si las tiene, guárdelas
bajo llave y las balas aparte.
Muchas personas que tratan de suicidarse hablan de ello
antes de hacer el intento. Algunas veces, simplemente hablar con alguien a
quien le importe y que no haga juicios es suficiente para reducir el riesgo de
suicidio.
Sin embargo, si usted es un amigo, miembro de la familia o
simplemente conoce a alguien que cree que puede intentar suicidarse, nunca
trate de manejar el problema por su cuenta. Busque ayuda. Los centros de
prevención de suicidio tienen servicios de "línea telefónica
directa".
Nunca ignore una amenaza o intento de suicidio.
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