Voy a hacer una exposición en
términos psicológicos de las consecuencias que tiene el maltrato en el niño y
su desarrollo hasta la adultez basándome en diversos artículos y estudios
realizados.
Todos los tipos de maltrato
infantil dan lugar a trastornos conductuales, emocionales y sociales. La
importancia, severidad y cronicidad de las estas secuelas depende de:
• Intensidad y frecuencia del
maltrato.
• Características del niño (edad,
sexo, susceptibilidad, temperamento, habilidades sociales, etc).
• El uso o no de la violencia
física.
• Relación del niño con el
agresor.
• Apoyo intrafamiliar a la
víctima infantil.
• Acceso y competencia de los
servicios de ayuda médica, psicológica y social.
En los primeros momentos del
desarrollo evolutivo se observan repercusiones negativas en las capacidades
relacionales de apego y en la autoestima del niño. Así como pesadillas y
problemas del sueño, cambios de hábitos de comida, pérdidas del control de
esfínteres, deficiencias psicomotoras, trastornos psicosomáticos.
En escolares y adolescentes
encontramos: fugas del hogar, conductas autolesivas, hiperactividad o
aislamiento, bajo rendimiento académico, deficiencias intelectuales, fracaso
escolar, trastorno disociativo de identidad, delincuencia juvenil, consumo de drogas
y alcohol, miedo generalizado, depresión, rechazo al propio cuerpo, culpa y
vergüenza, agresividad, problemas de relación interpersonal.
Diversos estudios señalan que el
maltrato continúa de una generación a la siguiente. De forma que un niño maltratado
tiene alto riesgo de ser perpetuador de maltrato en la etapa adulta.
Fuente:
http://www.psicologia-online.com/infantil/maltrato.shtml
En un articulo de la FUNDACIÓN
AMPARO encontramos las consecuencias de cada secuela citada anteriormente:
1) CONSECUENCIA DEL MALTRATO
INFANTIL
Los golpes y maltratos físicos
generalmente, en primer lugar producen daño físico, pero este castigo envía
mensajes psicológicos destructivos para las víctimas, ejerciendo un impacto en
áreas críticas del desarrollo infantil, con perjuicios presente y futuro en lo
social, emocional y cognitivo.
El carácter traumático del
pánico, el terror, la impotencia, las frustraciones severas, acompañadas de
dolor y del carácter impredecible del comportamiento del adulto agresor,
constituyen secuelas psicológicas que se manifiestan de las formas siguientes:
a) Muy Pobre Autoestima
Al igual que los niños de
familias carenciadas, los niños Maltratados se sienten incapaces, tienen
sentimientos de inferioridad, lo que manifiesta en comportamientos de timidez y
miedo, o por el contrario, con comportamientos hiperactividad tratando de
llamar la atención de las personas que les rodean.
b) Síndromes de Ansiedad,
Angustia y Depresión
Estos pueden manifestarse en
trastornos del comportamiento, por angustia, miedo y ansiedad, o como estrés
pos-traumático. A veces estos trastornos, pueden estar disfrazados por
mecanismos de adaptación a la situación.
Estos niños desconfían de los
contactos físicos, particularmente de adultos, y se alteran cuando un adulto se
acerca a otros niños, especialmente si lloran, presentan problemas de atención,
concentración y tienen dificultad para comprender las instrucciones que se les
imparten.
Estos niños desarrollan
sentimientos de tristeza y desmotivación, pudiendo llegar a un estado anímico
deprimido, comportarse autodestructivamente, como también llegar a la
automutilación.
Los niños maltratados
físicamente, son más agresivos con otros niños y presentan altas tasas de
conductas hostiles, como patear, gritar, son destructivos con desviaciones en
la conducta prosocial.
Al mismo tiempo, existe una
conexión etiológica entre los malos tratos recibidos en la infancia y el
desarrollo fisiológico y social de la persona, tales como la delincuencia y/o
el comportamiento antisocial, durante la adolescencia y adultez, y el retardo
del crecimiento y desnutrición -que no está relacionado con el insuficiente
aporte de nutrientes-.
c) Desorden de Identidad
El niño golpeado llega puede
tener una mala imagen de sí mismo, puede creer que es él la causa del
descontrol de sus padres, lo que le llevará a autorepresentarse como una
persona mala, inadecuada o peligrosa.
2) CONSECUENCIA DEL MALTRATO
PSICOLÓGICO Y POR NEGLIGENCIA
La negligencia es la ausencia o
insuficiencia de cuidados físicos, médicos, afectivos y/o cognitivos. Los niños
tratados con negligencia se presentan sistemáticamente mal alimentados, sucios
y mal vestidos.
Es muy común que queden solos y
sin vigilancia, que no reciban atención sanitaria adecuada, y que sean víctimas
de privaciones psicoafectiva y de falta de estimulación por el conocimiento
permanente.
Los niños que sufren negligencia,
generalmente, reciben también otros tipos de maltrato, reciben mensajes que les
indica que no son dignos de amor y de respeto, y son pasibles de castigos
físicos . El mensaje que recibe es reforzado por las palabras insultantes,
hirientes y descalificadoras que le producen baja autoestima, sentimientos de
inferioridad, de tristeza y ansiedad crónica.
Se ha observado que los niños que
sufren del maltrato psicológico y por negligencia de parte de los adultos o de
las instituciones, son muy temerosos y ansiosos; y toda experiencia nueva,
aunque sean positivas, les provocan excitación y ansiedad desmedida. Muy pocas
veces demuestran alegría o placer, se los ve siempre frustrados y tristes,
además tienen sentimientos de fracaso y vergüenza frente a sus problemas de
aprendizaje, además de tener una mala imagen de sí mismo, percibe el mundo como
amenazante y poco seguro.
En la adultez, pueden presentar
cuadros depresivos; ya que se ha constatado que una de las causas principales
de la depresión es la de privación afectiva durante la infancia, la cual puede
ser encubierta con otros trastornos de conducta.
Los niños que desde la edad
escolar son maltratados psicológicamente, son más propensos a mostrar retrasos
en el desarrollo del conocimiento que los niños no maltratados. Este fracaso se
ha atribuido a la falta de estimulación temprana y a la descalificación a la
que son sometidos permanente por los padres que se preocupan excesivamente de
su conducta y de obediencia, en menoscabo de las necesidades exploratorias y de
estimulación que son necesarias para su desarrollo.
Los niños que son expuestos a
maltrato verbal, cohíben poco a poco sus manifestaciones y suprimen aspectos de
la conducta interpersonal, lo que explicaría la lentitud de adquirir
competencias cognitivas.
Estudios realizados han revelado
déficit en el rendimiento escolar y en el nivel intelectual de los niños
maltratados física y psicológicamente, encontrándose diferencias promedios de
20 a 40 puntos menos en el coeficiente intelectual, que el de los niños que no
han sido maltratados, a veces demuestran un retraso de dos ó más años en la
habilidad verbal.
Fuente:
http://www.fundacionamparo.org.ar/Consec_maltrato.htm
Queda claro en estos artículos
que las secuelas que puede dejar el maltrato son devastadoras para la víctima.
Como bien dice el artículo las consecuencias que tenga el maltrato dependerá de
la intensidad (brutalidad con la que agraden e insultan), frecuencia
(diariamente, semanalmente, esporádicamente...), la edad de la víctima y la
prolongación en el tiempo del maltrato.
Además de esto añado un factor más
que interviene en gran medida con las consecuencias y que está relacionado con
la capacidad intrínseca (interna) que tiene cada persona para afrontar
situaciones problemáticas.
En la Universidad estudie que las
diferencias psicológicas entre un individuo y otro están en gran medida en su
interior, en la química de su organismo. De modo que se había encontrado en
estudios que personas que son propensas a depresión tienen una baja segregación
de un neurotransmisor llamado “serotonina” relacionado con el estado de ánimo;
también se ha descubierto que la capacidad que tiene el individuo para hacer
frente a situaciones de estrés y ansiedad está relacionado con correcta
circulación del liquido encefalorraquideo que, sin entrar en detalles, es el
liquido que baña al cerebro, lo amortigua de golpes externos y facilita la
circulación de nutrientes en el. Estos estudios responden muy bien a cómo puede
afectar el maltrato a sus víctimas.
Pero siempre me quedo la duda de
saber si había algo interno que explicase el que un maltratado se convirtiese
en maltratador o no. Hace tiempo deduje que este hecho dependería tanto de el
marcaje que dejase el maltrato como de el posterior aprendizaje, a través de
otro modelo, de que la conducta que se tuvo con el es anormal y adquiriese un
conocimiento adecuado sobre la correcta crianza de los hijos.
Además a esto podría estar la
tendencia o no de la persona a ser violenta y he encontrado un estudio que lo
sustenta:
Algunos niños que sufren maltrato
físico, emocional o sexual durante sus primeros años de vida, llegan a tener
comportamientos violentos en la edad adulta. A otros, en cambio, estas
situaciones de maltrato y abusos parecen no afectarlos en edades posteriores.
Un nuevo estudio parece señalar que la diferencia en el comportamiento
posterior, se debería a razones genéticas.
De acuerdo a los psicólogos
Terrie Moffit y Avshalom Capsi del King Collage de Londres, en aquellos niños
en que el maltrato se traduce posteriormente en comportamientos agresivos,
habría una alteración genética de base. Según ellos, en estos niños habría un
gen anómalo, que en condiciones normales degrada un neurotransmisor, cuyo
incremento condiciona conductas violentas.
De modo que es posible salir del
maltrato, más o menos bien, y poder hacer una vida normal. Todo depende de nosotros,
no es un camino fácil pero hemos de intentarlo.
TU TIENES LA CAPACIDAD DE CONTINUAR
ADELANTE: CONFÍA EN TI.
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